Investigación (terapias génicas)

Post número 193

De nuevo con vosotros.

Adjunto una noticia positiva y prometedora que publica hoy la web o portal del Hospital Clínic de Barcelona.

“23 de enero de 2023

Terapia génica: ¿el futuro tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas?

La terapia génica aplicada en el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas es un campo de estudio prometedor, y consiste en la modificación de los genes de un paciente para frenar la progresión de enfermedades como las relacionadas con el sistema nervioso.

La terapia génica es un buen campo de estudio para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, ya que ha reportado resultados positivos en la atrofia muscular espinal.

En el campo de las enfermedades neurodegenerativas, donde la mayoría de los fármacos convencionales no han funcionado, la terapia génica resulta prometedora.

La terapia génica es la modificación de los genes de una persona con el fin de tratar o curar una enfermedad. Se realiza mediante diferentes mecanismos como: reemplazar el gen enfermo por uno de sano, inactivar el gen causante de la enfermedad o introducir en el cuerpo un gen modificado. Esta terapia también se estudia para tratar enfermedades como el cáncer, enfermedades genéticas o infecciosas.

En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, en las que la mayoría de los fármacos convencionales no han funcionado, la terapia génica resulta un área prometedora para ser investigada. Uno de los retos más importantes en la aplicación clínica de estas terapias es conseguir fármacos que sean seguros y capaces de atravesar la barrera hematoencefálica. Se han realizado muchos estudios a lo largo de las últimas décadas con diferentes tipos de terapia génica, y la mayoría se han centrado en enfermedades genéticas como la atrofia muscular espinal, la demencia frontotemporal o la enfermedad de Huntington.

Actualmente, la investigación se está enfocando en identificar nuevos vectores virales. Se trata de virus modificados, a los que se elimina su capacidad de causar enfermedad y se utilizan como vehículos para llevar genes terapéuticos a las células humanas. También las estrategias transgénicas son objeto de estudio; se basan en diseñar ácidos nucleicos (elementos que conforman el material genético) para que interactúen con los genes causantes de la enfermedad. Por otra parte, se investiga cuál es la mejor vía de administración de estos fármacos, por ejemplo, si es por vía intravenosa, por vía intrauterina, intramuscular…

Según una revisión publicada en la revista Nature Neuroscience, la terapia génica basada en vectores virales ha obtenido resultados prometedores en la atrofia muscular espinal. Este hecho ha impulsado la investigación por el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de Huntington. La atrofia espinal muscular es una enfermedad genética que provoca daño a las neuronas motoras, un tipo de células nerviosas de la médula espinal y de la parte inferior del cerebro que controlan los movimientos de los brazos, piernas, cara, pecho, garganta y lengua.

En la mayoría de los casos la causa de la enfermedad es la supresión del gen SMN1, que codifica por la proteína SMN. Recientemente la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés), aprobó tres terapias génicas que incrementan los niveles de la proteína SMN y permiten mejorar la sintomatología de los pacientes con atrofia espinal muscular.

Alzheimer y Parkinson: asignaturas pendientes por la neurociencia

Por otra parte, el Alzheimer, que afecta a 50 millones de personas en todo el mundo, es quizás el ejemplo más claro de enfermedad neurodegenerativa con muy pocas alternativas terapéuticas, y en la que también se investiga la terapia génica, aunque muchos ensayos clínicos con moléculas pequeñas y anticuerpos han sido decepcionantes. Los tratamientos aprobados hasta ahora sólo proporcionan un alivio sintomático leve. Sin embargo, se están poniendo muchos esfuerzos en encontrar tratamientos que sean capaces de modificar el curso de la enfermedad. De hecho, recientemente se ha publicado un estudio sobre un fármaco (no basado en terapia génica) que parece reducir la acumulación de placas amiloides, pero hace falta mucha más investigación para probar su eficacia.

También se ha considerado tratar al Parkinson con terapia génica. Es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer. Los tratamientos actuales sólo ofrecen alivio sintomático, tienen efectos secundarios significativos y no detienen la progresión. Por eso, se cree que la terapia génica puede ayudar a restaurar el desequilibrio de los neurotransmisores alterados en el Parkinson y mejorar la supervivencia neuronal, mediante la modificación de los genes directamente relacionados con la enfermedad.

Las terapias génicas son prometedoras porque podrían representar un cambio significativo en el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas heredadas y esporádicas, que no tienen cura hoy en día. Sin embargo, todavía hay muchos retos a superar hasta que estas terapias puedan aplicarse.

INFORMACIÓN DOCUMENTADA POR:

Dra. Raquel Sánchez-Valle, jefa del Servicio de Neurología y jefa del Grupo de Enfermedad de Alzheimer y Otros Trastornos Cognitivos del IDIBAPS, y el Dr. Sergi Borrego, neurólogo de la Unidad de Alzheimer y Otros Trastornos Cognitivos.«

Próximamente os explicaré mi proyecto como voluntario en dos fundaciones (Fundación Degen y otra fundación de Salud) para este 2023.

Es un tema de tiempo. De la velocidad de la investigación que en gran medida depende de los recursos que se le destinen. Esperemos que se priorice un poco más.

Hasta pronto

LLegó el frío

Parkinson; cuando el dolor llega a aburrir

Post número 173

De nuevo con vosotros,

Desde principios del mes de octubre que no publicaba un post. He estado bastante liado con los programas semanales de Radio Parkies dado que opté por traer semanal o casi semanalmente a un invitado que nos pudiera aportar otra visión de la enfermedad de Parkinson. Y es como muchísimas otras cosas, que cuando las vemos, escuchamos, disfrutamos parece que se hayan hecho o producido en un momento sin caer en la cuenta del trabajo que hay detrás.

Después de casi 25 programas he decidido bajar el ritmo y a partir de ahora hacer programas en los que el peso de la música sea superior y de vez en cuando incluir una entrevista, pero de forma no recurrente.

Dejando aparte lo anterior, compartir con vosotros que estoy aburrido de esta lucha, harto, cansado de que cada día sea una carrera de obstáculos, de los difíciles (por decirlo suave). Hace unas semanas que el monstruo me está apretando muy fuerte.  Y digo apretando por qué mis problemas de parada o congelamiento de la marcha son casi continuos y van acompañadas de una fuerte rigidez que me provoca un dolor hasta ahora desconocido.   Ahora siento una rigidez fuerte (y sensación de picor, hormigueo) en una parte de mi superficie craneal y mi encorvamiento es más severo.   Emocionalmente flojo, creo que hoy es de las poquísimas veces que prefiero no extenderme.  Mi estado de ánimo es muy variable y al no estar fuerte, los síntomas de siempre aprietan más e incluso el monstruo se saca de la chistera alguno que hasta ahora no me había mostrado.

A continuación comparto con vosotros algunas reflexiones (en mi opinión, obviamente y reiterando alguna).

Los enfermos o pacientes de Parkinson podemos ser más o menos activos, más actores que espectadores o más espectadores que actores.  Como la enfermedad, la actitud y forma de afrontar la convivencia con la enfermedad es distinta en cada caso, si bien hay un objetivo o denominador común para todos y es el hecho de querer curarnos lo antes posible, que se descubra el origen concreto de la enfermedad y se pueda interrumpir, regenerar al paciente, curarlo.  Toca hablar entre nosotros, escucharnos, organizarnos, documentarnos, crear una propuesta común y exponerla de forma común a los interlocutores que tengan capacidad para influir en los procedimientos que nos lleven a cumplir nuestros objetivos lo antes posible.  Cada día me doy cuenta que hay más grupos dispersos con muchas ganas de crear, hacer, mejorar, ayudar, susceptibles de que alguna entidad les contacte, los agrupe, los organice…. El caso de Con P de Parkinson es muy alentador y motivador; ¡¡hoy cumplen su primer año, muchas felicidades y todo mi cariño y apoyo hacia ellas!!

La experiencia de participar cuatro pacientes como ponentes en la jornada del SENC en Lleida el 2 de noviembre fue muy positiva porque se constató de forma evidente que hemos de ayudar, informar, trabajar más con los investigadores para que, tal y como nos dijeron allí, conozcan lo mejor posible qué nos preocupa, por qué, cómo nos afecta la enfermedad a medida que avanza, cómo nos sentimos, etc.  No entiendo los congresos, debates, reuniones o eventos similares en los que se hable o trate la enfermedad de Parkinson sin que asistan e intervengan pacientes de esta enfermedad.

Todos sabemos que faltan recursos financieros para que se investigue más, más rápido y mejor, pero existen dificultades arcaicas para soportar algo que es obvio.  En el año 2021, siglo XXI, todavía no tenemos un censo nacional de pacientes con Parkinson.  Penosa (y vergonzosa) realidad que debería cambiar de forma urgente con el apoyo de la Federación Española de Parkinson y el de las numerosas Asociaciones que existen en nuestro país.  Parece que nadie quiere salir de los 160 mil afectados en el país con 10 mil nuevos casos al año….

Tenemos un obstáculo muy relevante que considerar y es que cualquier enfermo de Parkinson que se comprometa con liderar algún proyecto para alcanzar unos objetivos determinados tiene que considerar que la evolución de sus síntomas puede limitar inesperadamente determinadas acciones o proyectos.  Opino que cualquier proyecto significativo (que abarque mucha dedicación o tiempo de ejecución) debe liderarse, organizarse, realizarse por varios pacientes de forma que puedan sustituirse o rotar de forma natural.

Con el avance de la enfermedad y la aparición de limitaciones sobre nuestra autonomía personal que impiden mantener el ritmo como hasta ahora, quizás toca bajar el pie del acelerador, “apartarse” un poco del terreno de juego, y aparecer de forma totalmente esporádica cuando se justifique y realmente se pueda aportar valor o influir en algún proyecto determinado.  Sobre la marcha…. 

Todo llega y todo pasa… Nuestro ritmo cada vez es más lento y diferente al de nuestro entorno.  El tiempo pasa muy rápido, demasiado. Quizás es tiempo de estar / ser activo cuando exista oportunidad, pero también es necesario reducir el tiempo de vida dedicado al Parkinson e incrementar claramente el tiempo destinado a los hijos y a la familia, a los amigos, el tiempo destinado al ocio y al entretenimiento, a los hobbies, a pasarlo bien y, en definitiva, a disfrutar al máximo de cada momento por difícil que a veces sea (o parezca que sea). 

En mi caso particular a lo anterior hay que añadir que estoy finalizando las pruebas preoperatorias para la intervención quirúrgica llamada DBS (electroestimulación cerebral profunda), que podría tener lugar durante el primer cuatrimestre de 2022 y ello implica acabar de valorarlo lo mejor posible.  Toca decidir y quizás antes toca pensar que tenemos suerte de llegar a este punto de poder decidir porque significa que existen alternativas para, en principio, mejorar significativamente nuestra calidad de vida durante unos cuantos años.  Aunque tenga kilos de dudas y toneladas de miedo, o “tengamos”……y no acabe de ver el motivo por el que no pueden retrasármelo…

Otoño y sus distintos colores

Antes de despedirme me gustaría compartir con vosotros el prometedor y esperanzador trabajo para lograr la curación de la enfermedad que están llevando a cabo equipos apoyados por el compromiso y tesón del presidente de la fundación Degen.  Os invito a que visitéis su web http://www.fundaciondegen.org para más información y, en su caso, colaboración.

Hasta pronto

Maestro Yoda. Dedicado a mi psicólogo