Rocas en el camino

Post número 196

De nuevo con vosotros

después de una larga temporada sin escribir debido a temas personales.

A mi madre (84 años) le diagnosticaron un cáncer de pecho en agosto del año pasado y me he tenido que volcar en cuidarla y eso no es nada fácil cuando uno tiene Parkinson moderadamente avanzado.  Acostumbrado a que te cuiden pasas a tener que cuidar y en mi caso asumiendo toda la responsabilidad por el hecho de no tener hermanos.

Está siendo duro, muy duro, ahora venimos de unas sesiones de quimioterapia que tuvieron efectos colaterales que se concretaron en una infección en la sangre casi mortal, la aparición de un oportunista COVID y de varias caídas con efectos posteriores de mucho dolor musculoesquelético que aún perduran.

En este momento no sé cuántas sesiones de quimioterapia nos quedan, de ambulancias por entradas y salidas de la residencia, de lucha sin cuartel…

De todas formas, es sencillo: todo se centra en evitar el dolor por todos los medios y de poder disponer de la mejor calidad de vida posible.

El Día Mundial del Parkinson está muy cerca y el Congreso mundial está a la vuelta de la esquina y debido a lo comentado no me he podido dedicar ni a una cosa ni a la otra.

El cansancio y el estrés que me produce todo lo anterior me hace funcionar mucho más lento; he tenido que desconectar bastante de las redes sociales, aun habiéndome ocurrido cosas positivas e importantes como por ejemplo mi ingreso como voluntario en la Fundación Salud y Comunidad https://www.fsyc.org/, mi deseo de ayudar en lo que pueda a la Fundación Degén https://fundaciondegen.org/ en Cataluña, la publicación de mi cuarto libro “Ganas de Vivir” https://libros.cc/Ganas-de-Vivir.htm y alguna cosa más que me dejo en el tintero.

En fin, se trata de priorizar y no hay duda sobre qué es importante y urgente.

Hasta pronto

Siempre buena compañera