Pakinson en el Senado


Post número 188

De nuevo con vosotros y esta vez para compartir una de las acciones más relevantes que podemos hacer para abogar (ser valedores) de la enfermedad de Parkinson.

Se trata de la reciente comparecencia en el Senado del presidente y del vicepresidente de la Federación Española de Parkinson. Os animo a que veáis y escuchéis íntegramente el video cuyo link os adjunto a continuación:

https://www.senado.es/web/actividadparlamentaria/actualidad/video/index.html?s=14_S011020_030_01&a=236590&t=1

No obstante, a continuación, por si es de vuestro interés, os dejo la transcripción literal de algunos de los aspectos que se comentaron por los comparecientes:


Comparecencia del Presidente y del Vicepresidente de la Federación Española de Parkinson, D. Andrés Álvarez Ruiz y D. Leopoldo Cabrera Torres, respetivamente, ante la Comisión de Políticas Integrales de la Discapacidad, para trasladar las condiciones discapacitantes de la enfermedad, así como las necesidades sociales y sanitarias de dicho colectivo.

Presentación de los comparecientes.

Breve explicación de la enfermedad por y para cada uno de los dos comparecientes.

Algunos extractos:

Hace más de treinta años se formaron las primeras asociaciones con el objetivo de apoyar a las familias que conviven con el Parkinson, además de cubrir la laguna asistencial del Sistema Nacional de Salud ante esta patología.
Hoy son entidades profesionalizadas y continúan con su labor de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, ofreciendo las terapias de rehabilitación que necesitan para ralentizar el avance de la enfermedad. La fisioterapia, la logopedia, la psicología y neuropsicología, la terapia ocupacional y el trabajo social son servicios ofrecidos por las asociaciones de Parkinson, suponiendo un ahorro para el Sistema Nacional de Salud estimado en más de 26 millones de euros anuales.

Apostamos por el apoyo a la investigación mediante acciones de divulgación científica, impulsando la implicación y la participación de las personas en estudios de investigación e insistiendo en la necesidad de crear puentes entre ciencia y ciudadanía a través del reporte de resultados.

La unidad y cohesión de nuestras asociaciones es una de las principales líneas de trabajo de la Federación Española de Parkinson, apostando por la innovación, la participación y la transformación digital de nuestra red, que sirve como verdadero soporte de proximidad para las personas.

Existe una importante brecha para el acceso al derecho de protección social en igualdad de condiciones. La manifestación de los síntomas en la enfermedad de Parkinson presenta una serie de singularidades desconocidas por los equipos de evaluación de la discapacidad, la dependencia y la incapacidad laboral. Un ejemplo de ello son los llamados periodos “on” y “off”.


El movimiento asociativo Parkinson cree necesarias y solicita ante la Cámara todas las acciones que se puedan realizar para acelerar la publicación y aplicación efectiva del nuevo baremo de discapacidad, intensificando la formación de los profesionales involucrados, incluyendo criterios de valoración ajustados a la realidad de las personas con enfermedad de Parkinson y facilitando el acceso de las personas afectadas a las coberturas sociales por incapacidad laboral.

El 90 de las personas con Parkinson requerirá algún tipo de cuidado personal en el trascurso de su enfermedad, siendo más necesarios a medida que avanza. Sin embargo, los cuidados comienzan desde la llegada del diagnóstico; el proceso de acompañamiento y las preocupaciones comienzan a pesar desde el día uno. Ser una persona cuidadora representa un reto físico, mental, emocional y económico.

Como ha dicho Andrés, es verdad que la enfermedad tiene mayor prevalencia en las personas mayores de sesenta años, sin embargo, cada vez es mayor el número de diagnosticados con menos de cincuenta años.
Yo diría, sin alejarme mucho, que posiblemente el número de personas que en su día a día se ven afectadas por el Parkinson se acerca en España al millón.
Según dicen ahora todos los neurólogos, la principal medicina, y además te lo prescriben por escrito, es el ejercicio físico y evitar el aislamiento social.
La asociación, en el grupo de jóvenes, me permitió, primero, tener un grupo en el que yo podía explicarlo que me pasaba y entender lo que les pasaba a los otros, o sea, socializar con un grupo al que no tenía que explicarles todo el tema.
Cuando llega la vejez, los cuidados suelen tender a caer en la parte más necesitada de la sociedad, es decir, en la mayoría de los casos, las personas cuidadoras son inmigrantes, que no tienen otra posibilidad de trabajo, sin ninguna formación, y yo creo que bastante hacen con asistirnos, y se lo agradecemos muchísimo, pero hace falta que se vayan formando cuidadores con un mínimo de conocimiento del tema y de saber dónde pueden dirigirse para buscar apoyo, etcétera.

Me gustaría que quedara el mensaje de que necesitamos apoyo financiero, aunque sé que eso lo diremos todos. No estamos pidiendo un apoyo especial, sino recuperar lo que estamos proporcionando a la sanidad pública.

Resulta incomprensible que no se disponga de cifras concretas de las personas afectadas o de un perfil de enfermos según los síntomas, la edad, el género o el ámbito geográfico, entre otras cuestiones. Creemos que la mejor manera de hacer frente a este problema es tener esa fotografía completa y exacta de la situación real del colectivo de personas que sufren Parkinson en nuestro país, sobre todo, porque también nos permitiría adaptar los recursos a las demandas y a las necesidades de las personas que padecen esta enfermedad.

Esperemos que la comparecencia sirva para algo. Empezar a elaborar un Registro de Pacientes (no puede ser que en el 2022 no exista ni un Censo ni un Registro de Pacientes nacional de enfermos de Parkinson), incrementar significativamente la financiación de las terapias no cubiertas y de las necesidades derivadas de la dependencia, crear un ente público para el impulso y la coordinación nacional de todo lo relativo a las enfermedades neurodegenerativas, acelerar la publicación y aplicación efectiva del nuevo baremo de discapacidad, etc.

Seguiremos insistiendo y luchando por nuestros derechos. Entre todos, por supuesto !!

Hasta pronto

Regreso al estadio tras la intervención quirúrgica y desde antes pandemia

Parkinson y «muerte laboral»

Vistas desde el Castell de Montsoriu (Montseny)

Post número 187

De nuevo con vosotros. Esta vez para reflexionar un poco sobre la que podríamos llamar «muerte laboral» anticipada; en mi caso sobrevenida con tan sólo 49 años, y después de tan solo dos años de estar diagnosticado de esta enfermedad tan compleja como es la enfermedad de Parkinson.


Después de hablar largo y tendido con los médicos de la empresa donde trabajaba y con la doctora de familia del ambulatorio donde me visitan, tramité la solicitud de la incapacidad y al cabo de muy poco tiempo recibí la resolución por la que me concedieron la incapacidad permanente en grado de absoluta para todo trabajo. Es decir, dadas las limitaciones físicas y psicológicas que ya me había producido la enfermedad (enfermedad que recordemos que además es degenerativa), resolvieron que yo ya no podría trabajar en o de nada más.


Todos estos años, mediante este mismo blog, leyendo otros blogs y otras publicaciones, asistiendo a multitud de conferencias no he visto que se hable y o se trate de forma suficiente esta baja médica para toda la vida cuando sobreviene de forma absolutamente inesperada y en edad productiva (Parkinson joven). Y los impactos son múltiples y graves.


Quién no se ha preguntado cosas como las siguientes:
¿Cuál es el coste económico de una dependencia?
¿Cómo podemos asegurarnos los mejores cuidados?
¿Qué estrategia financiera y de inversión es posible acometer para ganar tranquilidad a futuro? ¿existe esa posibilidad?

Como decía, habría que tratar el impacto económico y financiero actual y futuro (con hipótesis), cómo afecta a la persona y a la familia el dejar de percibir una remuneración laboral o profesional determinada, el dejar de poder proyectar esa remuneración incrementada por el coste de la vida y en muchos casos por previsibles promociones profesionales (mejorar o incrementar de categoría profesional). Modificar esa entrada de recursos en concepto de sueldo por un concepto distinto llamado pensión por incapacidad (siempre o casi siempre bastante inferior). Y esto sólo es el principio porque hay que pensar y en incluir en las variables de ingresos y costes proyectados, el impacto de la más que segura pérdida de autonomía personal y el consiguiente incremento de la dependencia y los gastos que ésta nos producirá.

Hay que pensar en cómo se reorganiza el núcleo familiar, dónde y quién nos va a cuidar y cómo va a afectar ese impacto en nuestra economía familiar.

Es complejo porque cabría hablar con cierta profundidad del marco legal, de la Ley de la dependencia (Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia) que creó el actual sistema para la Autonomía y atención a la Dependencia o SAAD, qué niveles de protección existen, qué requisitos deben acreditarse para acceder a las ayudas reguladas en esta Ley, cómo se solicitan, qué prestación de servicios (o económicas) existen, etc.

Y todo lo anterior se podría llegar a complementar con algún seguro privado o similar, si bien por desgracia habitualmente no nos quedan fondos ni capacidad de ahorro suficiente para ello.

Adicionalmente se produce otro tipo de impacto igual o más grave, como suele ser el impacto emocional, el impacto en nuestro estado de ánimo. No tener más obligaciones ni por tanto responsabilidades profesionales, y al mismo tiempo dejar de tener retos, objetivos, ambiciones y los logros o fracasos que en su caso se pudieran derivar. Todo ello impactará en mayor o menor medida, en función del grado de creatividad que tenga cada uno, del tipo y número de aficiones que se tengan y, sobre todo, de la capacidad de adaptación y de la resiliencia de cada uno. Cada uno y cada caso es diferente.


Debemos tener metas, objetivos, ilusiones que den sentido a nuestras vidas, que motiven el que cada día nos levantemos con ganas de seguir mirando el presente con alegría, concentrándonos en todo lo que aún podemos hacer hoy y en el futuro inmediato.


A ver si más adelante puedo preparar un post que desarrolle un poco más todo el marco económico y financiero regulado y otro que trate los efectos y problemas emocionales más relevantes que se producen de esa «muerte laboral» anticipada…..

Hasta pronto