Actitud positiva contra la apatía generada por el Parkinson

Post nº154

De nuevo con vosotros.

Han hecho falta casi 5 años escribiendo en este blog y más de 150 artículos para compartir con vosotros que hay momentos y ahora es uno de ellos en que me siento un paciente mediocre.

Mediocre (me gusta más “chusquero”) indica algo o alguien que no presenta la calidad ni el valor que considera mínimamente aceptable para su entorno. La palabra mediocre proviene del latín mediocris que significa “medio” o “común”.

Quizás es una reacción ante la desesperación, la frustración o la rabia de no saber hacer aquello que realmente contribuya a mejorar la calidad de vida de todas las familias y amigos cercanos a las personas jóvenes, no tan jóvenes y seniors que tenemos la desgracia de sufrir esta enfermedad.

Probablemente me siento de esta forma como consecuencia de que estoy funcionando en “modo” apatía, es decir, un estado emocional en el que te da igual todo y no tienes ganas de nada, incluso a ratos ni de estar con otras personas.  Diréis, este vuelve a estar flojo, y quizás tengáis razón, subidas y bajadas, desmotivación y euforia, doctor Jeckyll y Mr. Hyde y otras combinaciones de antónimos que podrían ejemplificar lo complicado que es convivir con estos estados emocionales tan contradictorios, sobre todo para los que viven con nosotros y afortunadamente no están enfermos.

Cuando tocamos el tema de moverse, hacer, organizar, liderar, surge la cruda realidad que nos impone esta enfermedad en el sentido que unos ratos sí (y casi otros también aunque menos) nos limita para movernos, para prestar atención y concentrarnos durante un espacio corto de tiempo y para bastantes actividades cotidianas más.   En momentos normales o momentos de subida nos fijamos metas, retos, objetivos que luego en momentos semi normales, de bajada o de suelo, se convierten en montañas y a veces en ocho miles……

En mi opinión (y solo es eso, una opinión personal) no vale aquello de decir que es por culpa de otros, que nuestros dirigentes son ineptos o no lo suficientemente brillantes como para organizarse y priorizar mejor, y mejor significa lo mejor para el colectivo, para el pueblo que representan.  Cada uno de nosotros debemos ser perseverantes en empujar fuerte para que esto se solucione más pronto.

Hay que revolverse y pegarle un grito descomunal a la apatía y mandarla bien lejos.  Reponerse, resetearse, actuar, positivizar, en una palabra, hay que actuar.

No me vale seguir diciendo que no es una enfermedad sino un síndrome o un conjunto de enfermedades muy complejas que hacen muy difícil acertar en encontrar unos biomarcadores objetivos que al menos permitan su detección temprana, que hacen difícil acertar en los caminos que realmente nos llevaran a encontrar la curación.  Es aquello de que el cerebro es muy complicado y los tratamientos /intervenciones son muy caras para el sistema.  Los que aún tenemos las facultades mentales razonablemente bien hemos de mover ficha y lograr llegar dónde debe llegarse y argumentar en forma de petición nuestras necesidades más acuciantes.

Ahora viene (el 11 de abril) el día mundial del Parkinson y es “el día” del año en que los medios de comunicación nos hacen un poquito de caso, pero siempre dependiendo de la importancia del resto de las noticias del día.   Necesitamos el apoyo de nuestros neurólogos y de nuestros médicos de atención primaria para que el altavoz de nuestras necesidades llegue mucho más lejos, para que lleguemos a ser escuchados por los que deciden el reparto de cromos del momento, las consignaciones presupuestarias, las prioridades del momento.  

Con ayuda de compañeros que también fueron diagnosticados a una edad temprana y con quienes comparto algo más que un chat seguiremos luchando para que nos hagan caso, para que los medios nos ayuden como altavoces sensacionales a difundir más y mejor la realidad de una enfermedad que se conoce muy poco por parte de toda nuestra sociedad.  

Porque se trata de difundir a la sociedad para que mejoremos nuestro grado de integración (con una mejor comprensión de los casi 50 síntomas de la enfermedad, eliminado o al menos reduciendo estigmas, etc) y para establecer unos objetivos concretos para discutirlos con nuestros dirigentes políticos y económicos y esto último pensando en grande y levantando el foco, con el objetivo claro de que nuestro Gobierno destine mayores recursos para una investigación más rápida y eficaz (abriendo nuevos caminos si ello es necesario).   Un video especial, entrevistas, acciones con otros países, definir y realizar cualquier acción cuyo resultado sea una mayor sensibilización y entendimiento de la enfermedad por parte de nuestra sociedad. 

Aparte de mis compañeros más cercanos, de vez en cuando también tengo la oportunidad de hablar con otros pacientes brillantes, que se han sobrepuesto a la apatía y otros síntomas y que se han organizado y se han movido y se están moviendo para conseguir cumplir unos objetivos exigentes.

Ayer volví a hablar con R.Dorsey (uno de los autores del best seller “Ending Parkinson’s Disease”), en este caso un doctor y profesor brillante y le expliqué mis sensaciones, le expliqué que me gustaría hacer un post que actualizara dónde está en este momento el pipeline, en qué estadio se encuentra la investigación, qué porcentaje se dedica a investigar soluciones para mejorar nuestra calidad de vida y qué porcentaje se dedica a investigar “la solución”, la curación.

No dudó ni un segundo y me dijo lo mismo que mis compañeros me habían dicho la semana pasada, no te preocupes por esto que, si descubren cualquier medicación nueva, seremos los primeros en saberlo, y acto seguido el doctor me dijo que ya tienen una “hoja de ruta” (y que obviamente, puede haber otras) para trabajar coordinados con el objetivo único de encontrar la curación y erradicar esta enfermedad.

Una hoja de ruta….una hoja positiva, que manda la apatía muy lejos y que nos “llega”, nos “toca” y nos “mueve”.

  • Prohibir pesticidas y plaguicidas perjudiciales para nuestra salud
  • Prohibir el disolvente TCE (trichloroethylene), un líquido incoloro usado como solvente para limpiar metales.
  • Acelerar la limpieza de terrenos contaminados
  • Utilizar filtros para el agua que consumimos
  • Proteger a todos los trabajadores que están en contacto con pesticidas, evitando o minimizando su exposición a productos neurológicamente tóxicos.
  • Comida saludable. Dieta mediterránea.
  • Minimizar el consumo de alimentos que hayan podido estar expuestos a pesticidas.
  • Hacer ejercicio físico recurrente y controlado.
  • Evitar toda actividad que suponga riesgos de traumatismo craneal.
  • Reivindicar y conseguir mayores recursos de la Seguridad Social para que nos cubran tratamientos necesarios, pero hasta ahora no cubiertos (fisioterapia, rehabilitación, logopedia, etc)
  • Se prevé que esta enfermedad se convierta en una pandemia.  Lograr que la industria farmacéutica recapacite y vuelva a invertir y aumente el volumen invertido.
  • Ayudar económicamente a nuestras Asociaciones. Ahora mismo lo están pasando muy mal (económica y financieramente hablando).  Las necesitamos y nos necesitan.
  • Ser fuertes, organizarnos y lograr que se nos escuche.
  • Motivar e incentivar para que tengamos más especialistas y formar a la primaria y a otros especialistas (trauma, digestivo, otorrino, psiquiatras etc) para evitar o disminuir el infra diagnóstico.
  • Asegurar y mejorar el acceso de todos los pacientes a un especialista.
  • Implantar gradualmente la telemedicina y herramientas similares
  • Facilitar una tecnología que ayude a mejorar la calidad de vida
  • Agilizar el acceso a nuevos sustitutos de la dopamina
  • Participar en estudios y proyectos de investigación
  • Estudiar un número mayor de personas diagnosticadas a una edad temprana (pacientes jóvenes) y a personas que se identifique que tienen un riesgo alto de contraer la enfermedad (ej, agricultores en contacto frecuente con determinados pesticidas o plaguicidas)
  • La lista está abierta…..

Apatía ¿?  Es muy común (y limitante) entre nosotros. De la misma forma es un estado emocional importante del que generalmente (no siempre) podremos salir con una adecuada planificación y, sobre todo, con mucha determinación, convicción y actitud POSITIVA.

Siempre mirando hacia adelante !!

Hasta pronto

6 comentarios sobre “Actitud positiva contra la apatía generada por el Parkinson

  1. Habitualmente ya estoy de acuerdo contigo, en los post que vas publicando Artur, pero en este de la apatia «lo has bordado» esta claro que por nuestro propio bien, debemos enfrentarnos ha esta sensacion de estupor y conseguir sentir que aun somos utiles y que algo podemos hacer al respecto. Pero tambien creo que deberiamos juzgarnos a nosotros mismos con mas indulgencia, creo que nos exigimos demasiado.

    El autoconocimiento personal, la serenidad interna, el equilibrio emocinal, la aceptación de la realidad, no la sumision, en definitiva, la paz interior, eso es lo que en mi opinión buscamos y necesitamos todos, tengamos o no Parkinson, lo unico que nosotros llevamos mas peso del que deberia estar permitido. ¡¡¡Yo propongo que canbien la Constitucion» un abrazo Artur.

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  2. Buenos días.
    Desde mi triste y vacía apatía me consuela leer que simplemente es causa de la enfermedad que me invade. Es un bucle, Como no tengo ganas de hacer nada doy por hecho que es eso lo que me imposibilita hacer algo. Mi abuela decía que cuanto más cosas se hagan más querremos hacer, y viceversa, claro. Tú eres diáfano contando sensaciones y emociones, Nos haces llegar el compañerismo de quienes somos parte de un grupo algo fastidiado. Gracias Arthur
    Me impongo el empezar, no sé a qué pero tirar de un hilo a ver qué pasa.
    Un Abrazo

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